El contrato laboral es requisito principal para poder iniciar una relación en España. Siendo este un acuerdo entre empresario y trabajador por el que éste presta determinados servicios por cuenta del empresario y bajo su dirección, a cambio de una retribución salarial. Existen distintos tipos de contratos laborales, todos ellos dependiendo del tipo de trabajo y normativa del sector, si bien, se apuesta desde el gobierno por contratos indefinidos, siendo estos apoyados por ayudas estatales.
¿Cómo es un contrato laboral?
Existen diferentes categorías de contrato laboral:
- Trabajo voluntario.
- Trabajo personal.
- Trabajo dependiente.
- Trabajo por cuenta ajena.
- Trabajo retribuido.
Si nos atenemos a la naturalidad de dichos contratos, estos pueden ser:
- Indefinidos: Trabajos fijos sin límite de duración pudiendo ser este de jornada completa a 40 horas semanales o parcial.
- Indefinidos ordinarios: se concierta sin límite de tiempo.
- Fijos-discontinuos: Contratos para la realización de servicios en periodos concretos del año.
- Contrato bonificado: contratos indefinidos para personas en riesgo de desempleo.
- Contrato temporal: contratos con fechas de exactas de la finalización del empleo.
Contratos laborales especiales
Además de los contratos expuestos anteriormente, existen otro tipo de contratos que nacen de la necesidad de contabilizar las horas ejecutadas por el empleado. Dentro del contrato temporal, podemos encontrar los contratos por circunstancias de producción que se utilizan en periodos concretos para reforzar la plantilla o los de sustitución, para suplir a una persona que se encuentra de baja. También podemos encontrar los contratos formativos, que son aquellos que se formalizan para el cumplimiento de unas prácticas formativas.